Olite: El pueblo con un castillo de cuento

Olite en Navarra tiene uno de los castillos más bonitos y mejor conservados de nuestro país, se trata del Palacio Real de Olite.

El Palacio Real de Olite se encuentra dentro de la misma localidad, fue mandado construir por el rey Calos III y su esposa Dona Leonor, es una construcción de carácter cortesano y militar construido durante los siglos XIII y XIV y "que tenía tantas habitaciones como días del año", se convirtió en uno de los palacios más esplendidos de Europa en su época.

 

Vista parcial del Palacio real de Olite

El conjunto es un complejo irregular compuesto por sus estancias, jardines y fosos, rodeados por las altas murallas y rematados por las numerosas torres, le confieren una espectacular y mágica silueta que sobresale sobre las casas de la población dándole un aspecto exterior majestuoso.

El palacio se divide en dos recintos, el Palacio Viejo, actualmente Parador Nacional de Tusrismo el cual no se puede visitar si no estás alojado en él y el palacio nuevo que un recinto vacío a excepción del museo, que es la zona que se visita. La entrada cuesta 3,50 Euros para adultos y 2 euros para menores entre 6 y 13 años y mayores de 65 años y se puede estar todo el tiempo que se quiera, el recorrido es libre, aunque ofrecen también la opción de poder hacer una visita guiada según el horario.

 

Vista desde una de las almenas

No dejes de subir lo alto de las torres y almenas donde hay una vista magnifica de todo el valle y del pueblo.

Pero Olite no solo es su castillo, date un paseo por sus calles donde se pueden ver casonas solariegas con formidables blasones, murallas romanas, arcos, góticos y la impresionante iglesia de Santa María

Y si quieres sumergirte en la Edad Media e imaginar como era, puedes vivirla en el mes de agosto, donde se celebran las Fiestas medievales. La ciudad se llena de mercaderes, artesanos, titiriteros, trovadores, clérigos, arqueros, halconeros y malabaristas que ofrecen sus productos y espectáculos a los visitantes, mientras desfilan reyes y princesas y se celebran torneos entre caballeros. También hay comidas y cenas medievales servidas en vasijas de barro por posaderos ataviados con ropajes de la época.

 

Fiestas medievales

Sin lugar a dudas esta visita es una de las que más he disfrutado por lo que os la recomiendo si vais o estáis cerca de esa zona.

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